Maximino Carpio
Catedrático Emérito Economía Aplicada
José Folgado, alumno y profesor de la UAM y presidente de su Consejo Social
José Folgado, alumno y profesor de la UAM y presidente de su Consejo Social
por Maximino Carpio
Ésta es una aportación al blog que nunca hubiera querido tener que escribir. De hecho, tras una larga charla en mi despacho con el profesor Oubiña en el pasado mes de febrero, habíamos acordado que mi aportación consistiría en una breve aproximación a lo que, según mi experiencia como alumno de la primera promoción de nuestra facultad, significó la introducción de las especialidades en el plan de estudios. Pero después del fallecimiento de José Folgado Blanco, y por sugerencia del citado profesor, nos pareció de más interés hacer una breve semblanza sobre lo que significó el paso de José Folgado por la UAM, primero como alumno, luego como profesor y, finalmente, como presidente de su Consejo Social, dado que la estrecha relación de amistad que nos unió me convertía en la persona más indicada para abordar esta tarea.
Comenzaré afirmando, sin riesgo a equivocarme, que José Folgado fue siempre un enamorado de la Universidad Autónoma de Madrid y podría aportar multitud de detalles que corroboran lo que acabo de decir, pero sólo me limitaré a algunos de ellos.
Se matriculó en la Facultad de Económicas cuando se creó en 1968. Fue, por lo tanto, alumno de la primera promoción de la Facultad. Su compromiso con la institución y con sus compañeros ya lo demostró desde el primer curso al presentarse y ser elegido delegado del grupo. Y es que, a pesar de su discreción, fue siempre un líder.
Con la entrega y dedicación al trabajo que le distinguió siempre y a pesar de proceder de una formación humanística, lo que significaba un hándicap para superar un plan de estudios con un elevado contenido matemático, al finalizar la licenciatura en 1973 fue distinguido con el Premio Extraordinario Fin de Carrera en la Sección de Economía.
En el curso siguiente, 1973-74, fue contratado como encargado de curso (que era el equivalente a lo que luego sería el profesor asociado a tiempo parcial) en el Departamento de Hacienda, cuya especialidad había cursado. En cursos sucesivos explicaría prácticamente todas las asignaturas que impartía entonces el Departamento: Teoría de la Hacienda Pública, Política Fiscal, Hacienda Pública Española y Sistemas Fiscales. Una vez defendida la tesis doctoral ocupó por oposición una plaza de Profesor Titular en el mismo departamento.
Su pasión por la docencia era conocida por todos los que lo trataron. Disfrutaba enseñando. Escuché decir en más de una ocasión a algún periodista de los que cubrían actos en los que intervenía José Folgado en virtud de sus cargos que “en cuanto te descuidas te está dando una lección de economía”. Con frecuencia le oí comentar que, para él, las clases constituían un motivo de relajación y disfrute. Así lo confirmaban las encuestas de los alumnos, a las que tuve acceso unas veces como Director del Departamento en el que él ejerció la docencia y otras como Decano de la Facultad: estaban siempre por encima de la media, tanto del Departamento como de la Facultad, y destacaban sobre todo en los aspectos de puntualidad, preparación de las clases y atención a los alumnos.
Como compatibilizó, siempre que le fue posible, la docencia con otras actividades profesionales, procuraba que se le asignaran las clases a primera hora de la mañana para estar seguro de que las ocupaciones y compromisos a lo largo del día no le impedirían acudir a la cita con sus alumnos. Una vez que fue nombrado Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos en 1996 y, debido al sistema de incompatibilidades, muy a su pesar, tuvo que dejar la docencia reglada. No obstante, siempre que el Departamento organizaba alguna actividad a la que se le invitara, si no se lo impedía algún compromiso inaplazable, acudía.
Después de su paso por la actividad política, como Secretario de Estado en varias Secretarías, Diputado en el Congreso en dos legislaturas y Alcalde Tres Cantos, en su condición de Presidente de REE (Red Eléctrica Española), fue propuesto para formar parte como vocal del Consejo Social de la UAM, desde donde pasó, en el último año y hasta su fallecimiento, a presidir la institución. Tanto en su condición de vocal del Consejo y miembro de la Comisión de Presupuestos, como durante el tiempo que ejerció la presidencia, su dedicación y asunción de responsabilidades estuvieron al nivel que lo caracterizaba en todos los puestos que ocupó.
Siendo Presidente de REE firmó un convenio de patrocinio con la Fundación de la UAM y es que su preocupación por nuestra Universidad fue una constante en su vida. La UAM era su debilidad y no perdía ocasión para alabarla, apoyarla y recomendar a sus amigos que matricularan a sus hijos en la misma, dando él ejemplo: dos de sus hijos son licenciados por nuestra Facultad de Económicas y Empresariales.
Son muchos los recuerdos que quedan en nuestra Universidad del paso por la misma de José Folgado. Colaboró en la clasificación de los fondos de la biblioteca de la Facultad como becario en su etapa de estudiante. Espero que aún se conserven las fichas que elaboró de puño y letra bajo la dirección de la entonces bibliotecaria. Más tarde, ya como profesor del Departamento de Hacienda, también clasificó los fondos documentales del mismo. Y ya en su última etapa, como vocal y presidente del Consejo Social, fueron muchas las horas que dedicó a la institución, aparte de su tarea de mecenazgo antes citada.
Su interés por la universidad, por si lo anterior no fuera suficiente, queda reflejado en dos tareas que, por su repentina e inesperada desaparición, han quedado inacabadas. Un artículo que tenía comprometido con la revista Encuentros Multidisciplinares sobre Relación Universidad Empresa, Clave para una Sociedad de Oportunidades, y una conferencia programada para el 18 de marzo, solo cinco días antes de su fallecimiento. Para ese día a primera hora de la mañana estábamos convocados todos los profesores eméritos de la Facultad, a través del denominado Club de la Experiencia, uno de cuyos fundadores fue el profesor Folgado, a una charla que impartiría él mismo sobre Energías Alternativas y Desarrollo Sostenible.
Tras su paso por la Secretaría de Estado de la Energía y por la presidencia de REE, esta problemática le resultaba de especial interés y a su estudio había dedicado un gran esfuerzo, que continuó una vez jubilado. Dicha conferencia hubo que desconvocarla al suspenderse la actividad presencial en la UAM y antes de que él se sintiera indispuesto. Soy testigo directo de la ilusión con la que había preparado y escrito su intervención, como solía hacer con cada tema que abordaba, bien por motivos profesionales o bien por mera curiosidad intelectual. Los que tuvieron ocasión de escucharlo en alguna de las múltiples conferencias que impartió, así como los alumnos a los que le cupo la suerte de tenerlo como profesor, son testigos del entusiasmo con el que abordaba los temas más variados.
Sirvan estas breves pinceladas como un pequeño homenaje a uno de los alumnos más insignes que han pasado por nuestras aulas.
Autor
Maximino Carpio
Catedrático Emérito de Economía Aplicada (Dept. Hacienda Pública)
maximino.carpio@uam.es
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Gracias Maxi por esta semblanza. La última vez que conversé con nuestro querido José Folgado fue el 9 de marzo, tuvimos Junta de Gobierno del Colegio de Economistas de Madrid de la que formaba parte como Consejero. Tenía ilusión y muchas ganas de colaborar y poner en marcha diversas iniciativas. Hacía gala con orgullo de su pertenencia a la UAM. Lástima que la situación actual no permita hacerle el homenaje que merece.