Leandro Cañibano
Catedrático Emérito Departamento de Contabilidad
Cooperando con las empresas
Cooperando con las empresas
por Leandro Cañibano
Con la llegada de la democracia, la UAM celebró en 1978 sus primeras elecciones a Rector, resultando elegido el arabista Martínez Montávez, a cuyo equipo me incorporé como Vicerrector de Ordenación Académica.
Al proceder de Económicas y Empresariales, me fue confiada la relación con la entonces recién creada Fundación Universidad Empresa. Su director, Sáenz de Miera me canalizó hacia una innovación educativa mediante la que conectar la formación universitaria con la adquisición de experiencia en la empresa. A tal fin, pusimos en marcha un proyecto experimental que permitiera implantar un Programa de Cooperación Educativa en colaboración con diferentes empresas, a semejanza de aquellos que ya venían funcionando en otras lejanas latitudes, mediante los cuales el estudiante alternaba su estancia en la Universidad con estancias en la empresa.
Debí aprenderme bien la teoría, porque recibí entusiásticas felicitaciones en la primera presentación pública que hice, sólo faltaba entonces una cosa: ponerlo en práctica.
Había una muralla difícilmente franqueable, la legislación laboral vigente en aquel entonces. Lo que nosotros queríamos era que el estudiante, siguiera siendo considerado como tal estudiante tanto cuando estuviera en la Universidad como cuando estuviera en la empresa; su relación con esta última no podía ni debía ser la de un empleado de la misma. Nos convencimos de que para ello era necesaria una nueva disposición legal que así lo estableciera.
Tras recorrer varios despachos ministeriales, por fin llegamos a dar con el lugar y persona apropiados para este logro: el Secretario General Técnico del recién creado en 1979 Ministerio de Universidades e Investigación, Gutierrez Reñón. Sin prisa pero sin pausa, puso en marcha la elaboración de un Real Decreto sobre Programas de Cooperación Educativa que, finalmente, vio la luz en junio de 1981. Al afectar a dos Ministerios, Universidades e Investigación y Trabajo y Seguridad Social, el recorrido era mayor y, además, la firma del mismo era competencia del Ministerio de la Presidencia.
Ya teníamos resuelto el marco legal, ahora venía la segunda parte, teníamos que convencer a un buen número de empresas para que se sumaran al proyecto. Organizamos diversas presentaciones, desplegamos todos nuestros posibles contactos y, finalmente, encontramos el apoyo apropiado en el Círculo de Empresarios, institución creada en 1977, con objeto de fomentar el espíritu emprendedor y el reconocimiento del valor social del empresario.
Sus socios, altos directivos de importantes empresas recibieron el claro mensaje de que debían apoyar nuestro Programa, ofreciendo plazas de prácticas para los estudiantes de los dos últimos cursos de Empresariales de nuestra Facultad y, al propio tiempo, aportar fondos para becar a los estudiantes y sufragar los correspondientes costes de gestión.
Tras un año de intensa preparación y debate en el marco del Círculo y la Facultad, estuvimos en condiciones de comenzar con nuestro Programa de Cooperación Educativa en el curso académico 1985-1986, con cuarenta plazas de prácticas en empresas que, año tras año fueron incrementándose hasta alcanzar las setenta en 1992 e, inclusive, extender la oferta más allá a partir del curso 1996-1997, al incorporar un grupo de Economía formado por treinta estudiantes.
En la actualidad el Programa COOPERA es un referente de nuestra Facultad, cada año participan en el mismo entre 90 y 100 estudiantes de ADE y ECO, que hacen prácticas en empresas durante un total de ocho meses, las cuales constituyen el mejor laboratorio para su inserción en el mercado laboral. Hasta la fecha han pasado por el Programa un total de 2.723 estudiantes que han hecho sus prácticas en más de cien empresas.
Mediante las redes sociales, en especial LinkedIn, continúo manteniendo contacto y recibiendo información sobre su progreso en la carrera profesional, de algunos antiguos estudiantes del Programa que siguen recordando con gran satisfacción su paso por Coopera y el posterior y beneficioso aprovechamiento del mismo. Coincidencias personales en aeropuertos, eventos profesionales, reuniones en la universidad u otras diversas, juntas o consejos, me ponen de manifiesto que continúan vigentes las buenas sensaciones de pertenencia al Programa.
Según los estudios realizados, la inserción laboral e inmediata de los egresados del Programa es cercana al 100%.
Desde la fecha de su creación hasta el momento de mi nombramiento como Profesor Emérito de la UAM en 2012, tuve el honor y la satisfacción de dirigir el Programa; mi actual reconocimiento es máximo, al haber podido apreciar que los compañeros que me han sucedido en esa responsabilidad lo han engrandecido más aún.
Autor
Leandro Cañibano
Catedrático Emérito del Departamento de Contabilidad
leandro.canibano@uam.es
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Un orgullo y satisfacción haber participado en el Programa. Creo que la calidad de los profesores, el buen ambiente y nivel de los alumnos y el interés puesto por todos hicieron una combinación perfecta, que creo que nos ha ayudado a acceder en una mejor posición al Mercado laboral.
Un abrazo Leandro, una suerte que nuestros caminos se hayan cruzado nuevamente.
Muchas gracias Fernando por tus afectuosas palabras sobre el Programa. Me alegro mucho de que nuestros caminos se hayan cruzado y hayamos podido recorrer algún trecho juntos. Dadas tus dotes y cualidades humanas, te auguro un brillante porvenir profesional.
El Programa de Cooperación Educativa es una iniciativa de éxito académico y profesional, líder en la educación pública española. Tuve la oportunidad de participar (promoción decimotercera, creo), y tantos años después, lo considero un espejo en el que mirar cualquier programa Universitario con el que colabore.
Felicidades, Leandro. Felicidades, Facultad de CC. Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid, por todos estos años. Todos estos logros.
Todas las promociones que han podido aprender de los profesores excelentes del Programa, y realizar sus prácticas en alguna de las empresas colaboradoras, se han llevado un sello de excelencia y orgullo.
Soy de la UAM, soy de COOPERA.
Muchas gracias Beatriz por tus afectuosas y rotundas palabras sobre COOPERA y por tu apego a la UAM, aunque ahora seas Catedrática de la Universidad Carlos 3 de Madrid y tus reconocimientos internacionales te estén convirtiendo en un referente global de la investigación en contabilidad y finanzas. Todo ello llevado con tu natural humildad y con la eficacia que te caracteriza en todo cuanto emprendes.